La victoria por la redención
Cuando todo era armonía. Era el tiempo cuando aún no se había manifestado el pecado de rebelión, ni siquiera había germinado. Luego, después de aquella controversia diabólica, Satanás comenzó su gran apostasía, desviando a los ángeles y a los hombres del camino de la santidad. Mas debido a su infinito amor por sus criaturas. Dios y su Hijo amado, que es nuestro bendito Salvador, el Príncipe de paz, se decidieron salvar a todos los hombres de sus pecados, con la única condición de que se arrepintieran y aceptaran su plan divino de salvación.