El confiar en Dios y mantener la fe en Él no significa que las cosas siempre saldrán como nosotros queremos o esperamos, no somos inmunes a las enfermedades, problemas o aflicciones, pero debemos recordar que Él tiene un propósito para cada uno de nosotros y confiar en Dios en medio de todo lo que no nos favorece, es hacer nuestra parte para obtener pronta respuesta.
Las señales del fin de los tiempos y el regreso de Jesucristo a la tierra cada día son más evidentes, la escritura se cumple, y la maldad cada día aumenta más y más, como en los tiempos de Lot, en que la gente vivía ensimismada en sus deseos y placeres, las cosas materiales y olvidándose de su Creador, pero le Iglesia de Dios fortalece su fe, estamos atentos a la profecía como antorcha y nos preparamos para recibir al Maestro, ya sea vivos o resucitados, la Iglesia de Dios permanece fiel aunque el mundo cada día esté más en decadencia, ¿ya estás listo para la Segunda venida de Cristo?
Valorar los días de la juventud pues es cuando nuestro servicio a Dios se ofrece de una manera sobresaliente, impulsados por la fuerza de la mocedad.
Reconocer que solamente en Dios hay poder para salir triunfantes en cualquier tribulación y la necesidad de ser espirituales para ser escuchados por Dios.
Considerar que la fe de los hermanos de la Iglesia de Dios se ha manifestado en sus vidas, a través de la historia y se han mantenido erguidos en las tribulaciones y eso nos queda como ejemplo para que nuestra fe no decaiga.