Andar como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios. Siendo embajadores de Cristo en su Evangelio, teniendo como fin la Vida Eterna.
Permanecer en el Reino de Dios establecido.
Es para toda la humanidad, “y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.
Marcos 16:15