El Discernimiento

El Discernimiento


La Palabra de Dios nos provee con el discernimiento necesario para toda cosa en la vida. De acuerdo con el Apóstol Pedro:

“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” .

2 Pedro 1:3


El discernimiento es una habilidad para saber decidir entre lo bueno y lo malo, la verdad y el error. El discernimiento en la Biblia es la capacidad de realizar un juicio moral para diferenciar la verdad, el bien y el mal a través de la Sagrada Escritura. Es el proceso de hacer distinciones cuidadosas en nuestra mente sobre la verdad. El Apóstol Pablo nos enseña que es la responsabilidad de cada hijo de Dios el poder discernir:

“Examinadlo todo; retened lo bueno. Apartaos de toda de toda especie de mal”.

1 Tesalonicenses 5:21-22


De acuerdo con esta parte del Nuevo Testamento, el discernimiento no es una opción para el creyente es un requisito. La clave para vivir bien delante de nuestro Dios, está en nuestra habilidad de practicar el discernimiento en cada área de nuestra vida. El Apóstol Juan añade:

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”.

1 Juan 4:1


Tristemente podemos decir que el discernimiento es un área en donde muchos de los que se llaman cristianos caen. Por la muy poca habilidad de medir las cosas que les están enseñando contra la infalible regla, caña o vara de medir que es la Palabra de Dios. Entonces hacen una variedad de decisiones y cosas antibíblicas. No están equipados para tomar una postura bíblica contra el pensamiento y las actitudes antibíblicas que enfrentan durante el día. Podemos ver que es por medio del “conocimiento de aquel” que hemos recibido todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana en este mundo caído. ¿Y qué otra manera tenemos para conocer el verdadero conocimiento de Dios, si ni por medio de las páginas de su Palabra, que comúnmente conocemos como la Biblia? De hecho, Pedro nos dice que ese conocimiento viene mediante “sus preciosas y grandísimas promesas” (2 Pedro 1:4).

Entonces, si el discernimiento – es la habilidad de pensar bíblicamente en todas las áreas en nuestra vida – es indispensable para una vida de fe. ¡Es importante que el cristiano desee el discernimiento que Dios le ha provisto por medio de Su verdad preciosa! Sin él, cristianos están en peligro de ser “llevados por doquiera de todo viento de doctrina” (Efesios 4:14).

¿Como lo podemos obtener? El Apóstol Pablo refiere en 1 Corintios 12:10 que es un don de Dios repartido a cada uno como quiere para provecho común, no todos lo tenemos.Pero debemos de procurar los mejores y este es uno de ellos; pidamos a nuestro Dios que lo ponga en nosotros.

“Tu siervo está en medio de tu pueblo que tu escogiste, un pueblo grande, que no se puede contar por su multitud. Da pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo, ¿porque quién podrá gobernar este pueblo tan grande?”.

1 Reyes 3:8-9


El corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.

“¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará. Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios. No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere. Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: Qué haces? El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio”.

Eclesiastés 8:1-5


¿Y nosotros que ministramos? Jehová dijo a Aaron prepárate para poder discernir entre lo santo y lo profano, para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés.

“Para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio, y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés”.

Levítico 10:10-11


Roguemos a nuestro Dios, que ponga en nosotros el don de discernir, para poder cumplir con lo que se encomendado al profeta Ezequiel.

“Enseñaran a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñaran a discernir entre lo limpio y lo no limpio”.

Ezequiel 44:23


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