Un descanso ineludible

Un descanso ineludible

La vida es un estado efímero, fugaz y breve, nadie tiene conocimiento sobre el tiempo exacto que estaremos aquí, o el tiempo que estará nuestro prójimo en vida, pero los Hijos de Dios tenemos la esperanza de un existir mejor.

“Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas”.

Apocalipsis 21:4


La muerte al contrario de lo que podríamos pensar, es un estado de tranquilidad en el cual no se sabe nada y solo se espera el juicio. En la biblia se define a la muerte como algo mejor que el nacer:

“Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento”.

Eclesiastés 7:1


En el mismo libro de Eclesiastés nos dice que los muertos nada saben porque su memoria es puesta en el olvido:

“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido”.

Eclesiastés 9:5


Es por esto que sabemos que no sufren más, porque al morir dejaron de sentir y de tener parte de lo que se hace debajo del sol.

¿Qué le espera a quienes mueren haciendo la voluntad del Señor?


El salmista David nos habla sobre el justo y nos dice que Jehová no lo dejará en sus manos, ni lo condenará cuando le juzgaren (Salmo 37:33), entendemos que tenemos un Dios justo y misericordioso por lo que si hacemos lo bueno delante de Él no temeremos de la sombra de muerte, si morimos confiando en su palabra que es buena y permanece para siempre, Él estará con nosotros y nos levantará cuando sea el tiempo. Para todos los que han fenecido esperando en el Señor hay una esperanza:

“Más los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán”.

Isaías 40:31


¿Qué nos queda a quienes seguimos en el camino de Dios?


Lo que podemos hacer es agradecer por la vida y la oportunidad de conocer a quienes hoy no están, siempre reconociendo y bendiciendo el nombre de Dios, y aunque en ocasiones no podemos entender por qué suceden las cosas de tal manera, tenemos que pedir resiliencia y consuelo para nuestra alma recordando que Dios es nuestro amparo, fortaleza y pronto auxilio en las tribulaciones, nunca olvidando que:

“Jehová dio, y Jehová quitó: sea el nombre de Jehová bendito”.

Job 1:21



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