Presentación de la materia de Oratoria

Presentación de la materia de Oratoria

“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.

Mateo 9:35


La oratoria es el arte de hablar en público con elegancia para persuadir, convencer, educar o informar a un auditorio. El modo de hablar incluye el tono, la enunciación, la pronunciación, el volumen y la corrección de las palabras que se usan. También influyen la mesura con la que hablamos, el control que tenemos de nuestros ademanes, el contacto ocular que mantenemos con los interlocutores o el público.

“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío”.

Salmo 19:14


El sermón es un discurso, previamente elaborado por escrito, basado en un tema de la Biblia, expuesto por un predicador y dirigido hacia una Congregación. Algunos de los objetivos de un sermón son:

1) Enseñar la Sana Doctrina.
2) Convencer al incrédulo.
3) Fortalecer a quien es débil en la fe.
4) Corregir al extraviado y más.


Sabemos que el hombre fue creado a la imagen y semejanza del Creador, de acuerdo con el relato del primer libro de la Biblia. Y nosotros como seres racionales e inteligentes, hemos recibido el don de la palabra para expresar nuestras ideas y pensamientos, y poder comunicarnos con nuestros semejantes. Nuestro Dios hizo todo con el poder de su palabra y es a través de su palabra que se manifiesta al hombre.

“Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes”.

1 Tesalonicenses 2:13


El plan de estudio de la Fraternidad Juvenil contempla una materia bajo el nombre de Oratoria, con la finalidad de conocer las técnicas básicas para hablar en público, demostrando la seguridad necesaria mediante la realización de diversas prácticas dirigidas a la organización de ideas. El instructor de esta materia es nuestro hermano Carlos Cruz, y a continuación, se enlistan algunos de los temas presentados en esta unidad de aprendizaje:

Una primera impresión positiva.
Estructura de la presentación.
El cierre como fórmula para fijar el mensaje.
Comunicación no verbal con movimientos y ademanes.
La improvisación, fórmulas para enfrentar el reto.


Sin embargo, vemos también que el apóstol Pablo estaba convencido de que el amor sincero del predicador tenía más valor que todas las bonitas palabras que pudiera pronunciar.

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe”. 1 Corintios 13:1


Por lo cual, como hijos de Dios debemos utilizar nuestro lenguaje para honrar a Dios, edificarnos entre nosotros y ayudar a nuestros semejantes. Debido a que el predicador es responsable de dar un buen testimonio, no solo en el púlpito, sino también en el trato diario con su prójimo.

“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”. Colosenses 4:6



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