La Mujer con la cabeza cubierta
En nuestro tiempo son cada vez más los valores que son destruidos, descartados, desechados, y en el mejor de los casos modificados, es así como, el respeto, la honra son casi extintos en nuestra sociedad, otro de estos valores, es la sujeción; de los hijos a los padres, de los estudiantes a los maestros, la de los ciudadanos a las autoridades, sin entender que como parte de un grupo social o espiritual no solo tenemos derechos, también existen responsabilidades o deberes, la falta de compromiso o responsabilidad, son motivos que buscan justificación en una libertad que se ha convertido dentro de la sociedad en libertinaje, que ha llegado a ser un desenfreno, quizá esto explica en una mínima forma el estado actual de nuestra sociedad. Sin este valor [sujeción] se pierde el orden establecido.
La sujeción es una forma jurídica, que se adquiere cuando se forma parte de algo, el empleado está obligado a obedecer a su jefe o patrón, por el hecho que hay un contrato de por medio, en el que se obligó a cumplir con responsabilidades. Así el pueblo de Israel adquirió el deber de obedecer a DIOS cuando le escogió por pueblo y le dio ley, el pueblo contesto “todo lo que YAWEH ha dicho eso haremos” (Exo. 19.8, 24.3,7,8). Otro ejemplo de la sujeción o subordinación, la encontramos en los cuerpos militares, policiales, bomberos, etc. En el que el respeto por la cadena de mando es primordial para que se cumplan los objetivos integrales del cuerpo militar o policial. Ahora veremos un ejemplo excelente y perfecto, que dista mucho de la sujeción que existe en la sociedad (mundo), y es la subordinación o sujeción de Cristo al PADRE.
“Entonces dije: Heme aquí (En la cabecera del libro está escrito de mí) Para que haga, oh Dios, tu voluntad”.
Heb. 10.7
Resaltemos la importancia de la obediencia; la voluntad del Hijo está sujeta a la de su PADRE, no hace lo que Él piensa que es mejor, o que está bien, o actúa conforme a su convicción. La actitud del Hijo es la humillación, obediencia y sujeción al PADRE (por amor), debemos entender que no es la inferioridad de Cristo o la subestimación del PADRE por el Hijo, sino la convicción del Hijo de que no es igual a su PADRE, por el simple hecho de ser Hijo, y por eso le debe respeto, obediencia y con ello honra (Filip. 2.6-10), haciendo esto le da gloria al PADRE. A todos los seres humanos nos gusta el ordenar, mandar, ser líderes, jefes, directores, la complicación se presenta al obedecer o estar subordinados, debemos comprender que es necesaria la sujeción para exaltar y honrar al que está por encima de nosotros Jesucristo y DIOS (en amor).
Este preámbulo es para ponderar el valor de la sujeción (por amor), que al igual que otros valores, está perdiéndose y en ello estamos involucrados, padres, esposos, pastores, líderes religiosos etc., cada uno tiene una responsabilidad hoy en día, esto también es amar.
“Mas el que guarda su Palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él; por esto sabemos que estamos en él”.
1 Jn 2:5
“Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo”.
1 Co 11:3
En hebreo, el término cabeza, “rosh”, indica el comienzo u origen de alguna cosa, sin el cual no podría ser; la fuente donde nace un río (Gn 2.10), el primer momento de un período (Éx 12.2 ; Jue 7.19 ). O se usa también para designar al jefe de una familia o tribu (Éx 6.14; Dt 33.5), es decir, el progenitor del linaje. El mismo sentido tiene la palabra “Kefale” que se utiliza en el nuevo testamento para designar cabeza. Así, DIOS es la cabeza (origen o fuente de vida) de Cristo, Cristo es la cabeza del varón, porque lo creo y lo hizo a su imagen, el varón de la mujer (porque del varón se creó), y también los padres son cabeza de los hijos.
Por tanto, el respeto, obediencia, sujeción y la honra que Cristo le tiene a su PADRE, proviene del reconocimiento de que ÉL es su creador, su origen, la fuente de su vida, en otras palabras, el que lo trajo a existencia. De la misma forma que el amor y lo justo nos indican, el mismo sentir, deber moral y espiritual hacia nuestros padres. Cuando el apóstol Pablo en estos versículos habla de cabeza quiere dar a entender esto.
Quizá hoy día el género humano quiera desconocer este origen (divino), por ello la mujer piensa que no le debe nada al varón con el que se casa, siendo de familias u orígenes diferentes, aunque no olvidemos que cuando dos personas del sexo opuesto se unen en matrimonio vienen a ser una sola carne (Gn. 2.24 y Mt. 19.5), de acuerdo a lo que DIOS estableció como matrimonio, replicando el acto de unión entre un hombre y una mujer, por tanto, dentro de una familia existen cabezas (origen, principio) sin las cuales no existiría la familia.
La Cobertura señal de Sujeción y de Amor
“Todo varón que ora ó profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza. Mas toda mujer que ora ó profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se rayese”.
1 Co 11:4-5
Quizá estos textos se entiendan mejor con el ejemplo que venimos tratando de los padres y los hijos.
“El hijo necio es enojo á su padre, y amargura á la que lo engendró”.
Pro 17:25
Cuando el hijo es rebelde causa enojo, amargura, pero delante de otra vergüenza y esto es lo que quiere decir el apóstol, DIOS le ha dado a la mujer una señal por medio del cual se muestra la sujeción que le tiene al esposo, recuerde que sujeción no quiere decir inferioridad, ya lo explicamos, es una señal de origen, respeto y amor. Cuando el varón ora con la cabeza cubierta viene a decir que no reconoce a Cristo como su fuente u origen y que no le debe respeto ni honra, constituyéndose en un acto de rebeldía e insolencia.
De la misma manera cuando la mujer ora sin la cabeza cubierta o con una cubierta inadecuada, está dando a entender, que no reconoce que el hombre (varón) fue hecho a imagen de DIOS (representante para ejercer gobierno) y que es el varón el origen de la mujer y no al revés, por tanto, no reconoce tampoco la autoridad de Cristo y de DIOS, esta también es la razón por la cual no le permite enseñar y/o tener autoridad sobre el hombre (1ª Cor. 11.7-10).
“Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también: y si es deshonesto á la mujer trasquilarse ó raerse, cúbrase”.
1 Co 11:6
Muchas veces se ha tomado este versículo para querer hacer ver que el apóstol si permite traer el cabello corto en vez de cubierta, sin embargo, el cabello en la mujer es honra (1 Cor 11.15) pero también belleza y encanto.
“Y será que en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez; y desgarrón en lugar de cinta; y calvez en lugar de la compostura del cabello; y en lugar de faja ceñimiento de saco; y quemadura en vez de hermosura”.
Isa 3:24
Por tanto, la calvicie viene a ser vergüenza y desgarbo para la mujer, el apóstol manda a que la sensatez moral y espiritual, se ponga de manifiesto en el pensamiento de la mujer. Note que la lectura bíblica en cuestión (1ª Cor. 11.3-16) nunca habla de taparse o cubrirse la cabeza con un velo, habla de la necesidad de que la cabeza está cubierta tapada, no visible en todo sentido, parece que se ha mal comprendido que debe realizarse con un velo, cuando no es así, quizá se la razón por la que se sobreentiende que debe ser de un material ligero y transparente, cuando no es de esta forma.
Ahora bien como se dijo el cubrirse la cabeza no es una señal de inferioridad o alguna especie de humillación para denigrar, por el contrario es una correspondencia del amor que tiene una esposa a su marido, al ministerio, a Cristo, a DIOS; otra vez lo veremos con el ejemplo de los hijos, no hay mejor forma de demostrar el amor a los padres que siendo obedientes, sujetos, pero en amor, gratitud, correspondencia, no en terror, en reconocimiento que ellos fueron el medio de nuestra existencia, que ellos son quienes nos cuidan, protegen, alimentan, sostienen, apoyan, etc. La rectitud moral, pero sobre todo la espiritual indicarían que lo correcto es estar agradecidos y tenerles amor.
“Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”.
Efe 5:21-25
Que excelencia la de DIOS en su palabra, el temor y el amor a DIOS, tanto del hombre como la mujer se muestran en la sujeción y en la obediencia, no es por obligación, Cristo murió por amor hacia nosotros (Ef. 5.2) y por obediencia a su PADRE (Heb. 10.7,9), no por obligación, las casadas en el mismo sentido a sus esposos.
Por Causa de los Ángeles
En Apocalipsis se hace ver que los pastores son mensajeros o ángeles (Ap. 1.20, Heb. 1.7; Sal. 104.4) y que por tanto son una autoridad establecida por Cristo y el espíritu de DIOS, que es el que reparte el don, el cubrirse también es una señal de que la mujer dentro de la congregación tiene señal de sujeción al ministerio.
“Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios”.
1 Co 11:16
Muchos han tratado este texto haciendo ver que la enseñanza del cubrirse la cabeza está fuera de orden o que el apóstol solo nos explica de tal forma que es una enseñanza opcional, el apóstol solo nos explica que, para las iglesias de DIOS, esto no es un punto de controversia, es parte de su doctrina y de su convencimiento, así como el de nosotros.
Al día de hoy en que el modernismo, la igualdad entre hombre y mujer ha venido a ser trastornada, este tipo de pensamientos diseñados por el enemigo, permean día tras día y momento a momento dentro de las iglesias para destruir las instituciones como el matrimonio, la familia, el temor a Dios, el respeto, la sujeción a los padres, al esposo, a Cristo y a DIOS, ya que el apóstol nos dice que (1 Co 11:11 Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón), cuántas veces hemos oído yo me sujeto a Dios pero no a mi marido, porque él es solo un ser humano, yo obedezco a DIOS pero no a su palabra porque la interpretan mal los hombres.
Estos pensamientos que no son de un cristiano, no deberían entrar dentro de las familias de DIOS ya que su pueblo tiene leyes, normas, estatutos para que la familia tenga comunión con Él. Por ello ministros o pastores en santidad y conocimientos bíblicos deben exhorta continuamente, esta doctrina, para que sus esposas, hijas o feligreses se sujeten en el temor a DIOS. La obediencia a los mandatos de DIOS, también es señal para otros y un testimonio que alumbra a otros.
“Asimismo vosotras, mujeres, sed sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la Palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres”.
1 Pe 3:1
“Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras sois hechas hijas, haciendo bien, y no sois espantadas de ningún pavor”.
1 Pe 3:5-6
Las mujeres cristianas de Corinto, tendían a mudar la doctrina, conducta y disciplina de la iglesia, entrando a la iglesia sin cubrirse la cabeza al igual que el hombre faltando al respeto y honor que corresponde al hombre que es la cabeza de la mujer, pero al mismo tiempo faltando a Cristo y a Dios.
¿Como debe ser una cubierta que cumpla el mandato?
En los textos citados (1ª Cor. 11.3-10) debemos notar que la cabeza debe estar cubierta, tanto en sentido de visibilidad, como en el de cobertura, la cabeza termina con los hombros, por lo tanto la cobertura debería llegar como mínimo a los hombros, en cuanto al material solo diremos que, antiguamente en el tabernáculo que DIOS mando a construir a Moisés, existía en medio del lugar santo y santísimo, una cortina trenzada (Exo. 26.31) de 3 colores torcido, el propósito era que cuando el resplandor de la gloria de YAHWEH apareciese no debería verse al otro lado (so pena de muerte), ¿o de que serviría una cobertura o una cortina, para honra por medio de un velo que es una transparencia?
1ª Cor. 12.23 y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a éstas las vestimos con más honra; de manera que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso. (biblia de las américas, para un mejor entendimiento), claro está que la cabeza no es un miembro menos honroso que los demás, pero si uno que debe portar una señal para honrar, cuando guardamos pudor, recato, honra por medio de una cortina o tela lo ideal es que no se visualice.
A esto se le conoce como intimidad o recato visual, de ello pueden existir muchos ejemplos, al separar una habitación para una señorita, o entre pacientes de un hospital, en un vestidor, el telón de un teatro, etc. Esta explicación porque el propósito del cubrir la cabeza en la mujer, es que su está cubierta y que no exista visibilidad de la misma, sea del material que fuere, ya que con ello honra, a quienes ya se ha explicado.
Conclusión
El cubrirse la cabeza es una señal del reconocimiento de la autoridad y forma del gobierno que DIOS estableció en este mundo a través del hombre, ya sea en el matrimonio, en el ministerio o en la familia y obedecerlo de forma cabal, demuestra la obediencia y amor a DIOS a Cristo, al esposo, y ministerio.