Contendiendo Eficazmente

Contendiendo Eficazmente


El Origen de los Conflictos

Regularmente las luchas o conflictos son cosa regular en donde existe una comunidad de personas, situaciones donde la disputa o divergencia en las que existe una contraposición de; Intereses (gloria, reconocimientos propios), necesidades, sentimientos, objetivos, conductas, percepciones, valores y/o afectos entre individuos o grupos que definen sus metas como mutuamente incompatibles. Los conflictos se pueden dar en la calle con los vecinos, en la escuela o en el trabajo con los compañeros, en el hogar entre la familia, y tristemente también en la congregación religiosa. La pregunta es: ¿Cómo gestionamos los conflictos con los demás, siendo miembros de la iglesia? Entendiendo claro está, que tenemos el conocimiento de la palabra viva y eficaz de DIOS, pero si existen divisiones, disensiones, pleitos, no es la forma de comportamiento digna del llamamiento del Señor, por el contrario.

Lucha de la Carne

Una es la lucha del espíritu y otra la de la carne, las contiendas entre hermanos en Cristo son una muestra de la carnalidad existente aún en la persona.

“Porque todavía sois carnales, pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y divisiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”.

1 Corintios 3:3


Con otras palabras pero en el mismo sentido el apóstol Jacobo nos declara el origen de las luchas; ¡nuestras propias concupiscencias!, y nos revela, que la pelea es primeramente al interior del hombre entre los miembros, sobre todo la lengua, el corazón y la mente, o dicho de otra forma entre los sentimientos negativos que se apoderan de nosotros y el razonamiento de la mente de Cristo.

“¿De dónde vienen las guerras, y los pleitos entre vosotros? De aquí, es decir de vuestras concupiscencias, las cuales batallan en vuestros miembros. Codiciáis, y no tenéis; matáis y tenéis envidia, y no podéis alcanzar; combatís y guerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís”.

Santiago 4:1-2


Las Diferencias, motivo de conflicto

Ya dijimos que los intereses, sentimientos, percepciones diferentes pueden crear pleitos y divisiones. ¿Por qué tiene que ser así?

“No hagan nada por egoísmo (rivalidad) o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo”.

Filipenses 2:3


El apóstol los instaba a que estuviesen “Firmes en un mismo espíritu” y que “combatiesen juntos o unánimes por la fe del evangelio” (Flp. 1.27), conociendo que los intereses propios acarrean conflictos en la comunidad religiosa y que es solo el espíritu santo el que hace común los intereses, objetivos, pensamientos, aclamando en todo momento a la unidad, apelando al amor en conjunto (si es que existe) al amor hacia su persona y hacia la de Cristo (Flp. 2.1-4) y su ejemplo lleno de abnegación (renuncia voluntaria a los propios deseos, intereses en beneficio de otros) y humildad. El apóstol en este excelente consejo nos muestra que el sentir debe ser el de Cristo, de humillación (V. 5), ¿Por qué hemos de perseguir diferentes objetivos? ¿No buscamos todos la salvación? ¿La vida eterna? ¿Hallar gracia ante los ojos del Señor? Exhorta a Evodia y a Síntique que el sentimiento debe ser el mismo en el Señor (Flp. 4.2). Las percepciones no tendrían que ser diferentes, aunque se debe entender que existen como en la iglesia de Filipos y de Corinto donde existían contiendas debido a las jactancias de pertenecer a uno u otro grupo, más otra vez apela Pablo al nombre de nuestro Señor Jesucristo. ¿Nos parece poco el nombre del Señor?

Consecuencias del Conflicto

Positivas si es que ponemos en práctica lo que hemos aprendido de Cristo, primeramente el beneficio es en favor del que está dispuesto a esforzarse a llevar el conocimiento a una aplicación en la vida diaria, gestionando de forma correcta en su ser el enojo o indignación, a tener dominio sobre la lengua, aprender a escuchar. Enfocando todo esto en el ejemplo de mansedumbre y humildad en Cristo.

“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”.

Santiago 1:19-22


Negativas ya leímos algunas citas bélicas donde la lucha causa divisiones y herejías.

“Porque lo primero, cuando os juntáis en la Iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque conviene que también haya entre vosotros herejías, para que los que son probados se manifiesten entre vosotros”.

1 Corintios 11:18-19


Raíz de amargura, la amargura (resentimiento) que no es otra cosa que un dolor moral, puede llevarnos a tener síntomas físicos, insomnio, presión arterial, problemas de huesos, y también en lo espiritual, perdida del propósito, enfriamiento o perdida de fe. (Sal 73.21, 22). Aumenta la Hostilidad y las diferencias, el trato con insolencia o falta de respeto, desintegración en la comunidad, sentimiento de incomodidad, despojo y tristeza.

“Seguid la paz con todos; y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor: Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brotando os impida, y por ella muchos sean contaminados”.

Hebreos 12:14-15


Contención Correcta

El apóstol Pablo recomienda que tipo de conflictos debemos evitar, dice que debemos evitar la contienda en palabras que para nada aprovecha.

“Esto aconseja, protestando delante del Señor. No tengas contienda en palabras, que para nada aprovecha, antes trastorna a los oyentes”.

2 Timoteo 2:14


La recomendación también era para Tito como coadjutores del Apóstol les instruye para poder llevar la iglesia de una forma correcta y le aconseja que cuestiones de genealogías y debates acerca de la ley se eviten, el debate y el dialogo son muy diferentes.

“Mas las cuestiones locas, y las genealogías, y contenciones, y debates acerca de la ley, evita; porque son sin provecho y vanas”.

Tito 3:9


Y de la forma correcta y eficaz de la contención. Predicación del evangelio de salvación Aun para DIOS no es desconocida la contención con diferentes formas y propósitos, contiende con el hombre por medio de su espíritu a través de las personas que lo poseen y que tienen la capacidad de usarlo con este fin, Pablo es uno de ellos pero ejemplo que podemos citar es el de Noé, el espíritu de nuestro DIOS contendió con la generación ante diluviana, a través de la predicación de Noé, contra los malos pensamientos, contra las malas obras de pecado, contra aquella perversa generación (Gn. 6. 3, 5, 11-13) así que vemos que existe una forma correcta de lucha, la cual debemos imitar, y es por la fe. Defender la doctrina es decir a luchar por conservar intacto el conjunto de verdades doctrinales, morales y espirituales que ha sido dado a los santos.

“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos”.

Judas 3


Defender los preceptos de Cristo causará inevitablemente conflicto dentro y fuera de la iglesia, incluso en el hogar (Mt. 10. 34-38) pero Pablo nos manda a que estemos juntos combatiendo por ello (Fil. 1.27). El señalar las falsas doctrinas es otra de ellas.

“Si esto propusieres á los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado”.

1 Timoteo 4:6


No ser participantes de la maldad ya sea por tolerancia o por indulgencia el apóstol Pablo nos pregunta si ¿existe fruto en este tipo de cosas? La respuesta es que si hay algo es la muerte es por ello que no debemos de ninguna forma o ser partícipes ya sea porque pensemos ser comprensivos o permisivos.

“Y no comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargüidlas”.

Efesios 5:11


La lucha como vimos primeramente es en nosotros, cuando logramos dominar nuestras concupiscencias, nuestra lengua, nuestros deseos, pensamientos y sentimientos, somos más que vencedores en Cristo (Rom. 8.37) en la Biblia tenemos ejemplos (Lot y Abraham) (Pablo y Bernabé) (Judíos y gentiles) contamos con la armadura de DIOS, como un soldado que se apresta para la guerra y primeramente se viste de la cota de Justicia y Verdad (Ef. 6. 11-18) porque el enemigo lo primero que causa para poder triunfar es División. Mejor provoquémonos al amor y a las buenas obras, siguiendo la paz y lo que es de provecho para la vida espiritual (Rom. 14.19), en este mundo y para el venidero.

DIOS bendiga su palabra que vive y permanece para siempre.

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