¿Qué dice la Biblia sobre la Solidaridad?

¿Qué dice la Biblia sobre la Solidaridad?


La solidaridad es una de las manifestaciones del amor que lleva a un hijo de Dios a tener empatía e identificarse con el prójimo. Se trata de que nos unamos unos a otros, no solo para estar juntos sino para beneficio de unos a otros, siempre hay alguien a quien puedes serle útil, nunca desaproveches la oportunidad de ayudar a alguien. La solidaridad es un apoyo incondicional, de este tema podemos encontrar muchos ejemplos como el amor de Dios o su justicia, aunque también en la Biblia encontramos también un ejemplo de una mujer que aun cuando murió su esposo no se apartó de su suegra.

Evidentemente nos referíamos a Ruth, que aun perdiendo a su marido (el único vínculo que tenía con su suegra Noemí) se quedó con ella y la ayudo, pero veamos desde el principio. Noemí era esposa de Elimelec y tuvieron dos hijos Mahlón y Quelión, los cuales tomaron mujeres moabitas a Ruth y Orfa. Los tres hombres murieron y las mujeres quedaron desamparadas.

“Entonces se levantó con sus nueras, y volvióse de los campos de Moab: porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado á su pueblo para darles pan. Salió pues del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron á caminar para volverse á la tierra de Judá. Y Noemi dijo á sus dos nueras: Andad, volveos cada una á la casa de su madre: Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo”.

Rut 1:6-8


Pero las dos nueras lloraron y quisieron seguir con ella, más Noemí les decía que no; Orfa le dio un beso a Noemí y se fue, más Ruth se quedó con ella y llegaron a Beth-lehem.

“Y tenia Noemi un pariente de su marido, varón poderoso y de hecho, de la familia de Elimelech, el cual se llamaba Booz. Y Ruth la Moabita dijo á Noemi: Ruégote que me dejes ir al campo, y cogeré espigas en pos de aquel á cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía”.

Rut 2:1-2


Entonces Ruth bajando su rostro se inclinó a tierra y le dijo:

¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas, siendo yo extranjera?

Respondiendo Booz, le dijo:

He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes. Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.

Respondiendo Ruth, le dijo:

Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas.

Después Booz le dijo a la hora de comer:

Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre.

Ruth se sentó junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació, y le sobró. Espigó pues, en el campo hasta la noche, y desgranó lo que había recogido, y fue como un efa de cebada. Después fue con su suegra y le dijo lo que le había pasado, Noemi le dijo:

Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos.

Rut se quedó con las criadas de Bozz hasta que se acabó la siega de cebada y la de trigo, y vivía con su suegra. Noemí le dijo a Ruth que fuera con Bozz para que le fuera mejor y le dijo:

Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.

Así lo hizo Ruth y cuando Bozz se despertó y le preguntó quién era ella, Ruth respondió:

Yo soy Ruth tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.

Bozz le respondió:

Por cuanto yo soy pariente cercano hay uno más cercano que yo pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímete; más si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana.

Luego Bozz le dice a Ruth:

Quítate el manto que traes sobre ti, y tenlo.

Teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y se las puso encima; y ella se fue a la ciudad. Y su suegra le pregunto qué había pasado y Ruth le contó lo que había sucedido y dijo:

Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: A fin de que no vayas a tu suegra con las manos vacías.

Entonces Noemí dijo:

Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.

Luego Bozz le dijo al pariente más cercano a Ruth, y respondió el pariente:

No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir. 

Booz, pues, tomó a Ruth, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo, y las mujeres decían a Noemí:

Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos.

Tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya, y le dieron nombre las vecinas, diciendo:

Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed.

Éste hijo de Ruth es padre de Isaí, padre de David. Así fue como Ruth fue solidaria con su suegra, aunque el único lazo que las unía se había perdido.

“Como también yo en todas las cosas complazco á todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos”.

1 Corintios 10:33

Ser solidario es ofrecer tu ayuda a los demás, tomar tiempo para ayudar a los demás, ayudar sin esperar nada a cambio. No podemos ayudar a todos, pero todos podemos ayudar a alguien más.

“Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta ayudarás con él á levantarlo”.

Éxodo 23:5



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