Caminantes para Dios

Caminantes para Dios


En la Biblia la vida de fe a menudo se describe como un andar, vemos que el testimonio bíblico nos dice que por la fe Abraham habitó como extranjero en la tierra prometida, sin embargo, ahora en la actualidad para la mayoría de nosotros, nuestra peregrinación espiritual implica caminar a un paso que a veces no se siente muy espiritual y parece improductivo.

Dios, nuestro Señor nos alumbra y protege, a los que viven sin tacha nada bueno les niega. Algunas veces no estamos seguros de a donde nos llevará un camino, en otras ocasiones somos totalmente consientes de hacia dónde nos lleva y de todas formas decidimos seguirlo.

“Porque sol y escudo es Jehová Dios: Gracia y gloria dará Jehová: No quitará el bien á los que en integridad andan.”

Salmo 84:11


Y el apóstol Pablo también es contundente al escribir:

“Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu.”

Romanos 8:1


En nuestros planes es importante considerar a nuestro Dios y no hacerlos de manera independiente e incluso acudir a personas solicitando su opinión o ayuda, es mejor preguntar primeramente a nuestro Creador. Cuando nuestra peregrinación espiritual implica caminar de manera pausada y pesadamente, en algunas ocasiones carece de espiritualidad y pareciera ser un paso improductivo.

Considero que este enfoque o pensamiento se puede cambiar por caminar lentamente y con perseverancia, es decir, caminar con paciencia y constancia en la carrera que tenemos delante de nosotros.


Quiero comentar sobre algunos caminantes que menciona la Escritura, primeramente, cito a Abraham y a Sara, de quienes su hijo dio testimonio referente a su obediencia. La confianza de ellos en lo que se les había prometido nunca disminuyó, aun cuando tuvieron que esperar muchos años para que se cumpliese lo que Dios les prometió.

“Y siendo Abram de edad de noventa y nueve años, aparecióle Jehová, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.”

Génesis 17:1


Cuando Dios llama a Abraham, él por fe obedeció y salió sin saber a dónde iba, por esa fe vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido, aun cuando esa tierra no era lo que él esperaba. Su esposa Sara era estéril y él avanzado en edad, y en esa condición recibió fuerzas para ser padre porque creyó que Dios fielmente cumpliría lo prometido y que había un propósito para él, y el apóstol Pablo lo ratifica mucho tiempo después al escribir en su carta a los Romanos.

“Tampoco en la promesa de Dios dudó con desconfianza: antes fué esforzado en fe, dando gloria á Dios,”

Romanos 4:20


Cito ahora a Enoc, aunque poco se comenta de él, la Escritura revela algo muy importante y es; que caminó con Dios, viviendo de acuerdo a su voluntad, él vivió 365 años, y luego desapareció, porque se lo llevo Dios.

“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.”

Génesis 5:24


Y qué decir de Noé, él fue un hombre bueno, y entre los de su tiempo fue el único que vivió de acuerdo a la voluntad de Dios y fue escogido para escuchar su queja respecto de la maldad del hombre, y que por ello había decidido terminar con todos, exceptuándolo a él a quien dio la oportunidad de salvar su vida y la de su familia, de la destrucción que se aproximaba.

“Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.”

Génesis 7:1



Algo en que pensar, qué pasaría si después de nuestro descenso al sepulcro alguien pensara que valdría la pena escribir nuestro transitar en la vida. Quizá este sería un buen criterio, pues ahí podrían opinar si fue correcta o no, o si el testimonio que se dio sobre nuestro andar habría sido descrito justamente.

Lo que puedo rescatar de los caminos descritos anteriormente es que, sería muy favorable para nosotros cumplir con las responsabilidades que Dios nos ha encomendado, echando mano de la fe y de mucha paciencia, no renunciando a hacer lo que nos corresponde.

Dios quiere que caminemos y avancemos con un firme propósito, el cual nos ha prometido y coronará nuestra fidelidad en el largo plazo cuidemos nuestro propósito y nuestro andar. El usar esta brújula espiritual nos asegurará el no perdernos en el camino hacia nuestro destino, que es el Reino de Dios y nuestra salvación.

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”

Mateo 7:13-14



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