La esencia de los Hijos de Dios
Querido lector hoy abordaremos un tema de suma importancia, y para comenzar es necesario analizar que es una esencia. La esencia es como denominamos aquello que constituye la naturaleza de una cosa, aquellas características o propiedades que le son permanentes e invariables.
Así mismo, las esencias las podemos encontrar en los árboles, por ejemplo, en el eucalipto, el pino, el cedro y más. También en las plantas como la ruda, el toronjil, el ajenjo, entre otras. También en las flores como la rosa, el nardo, la gardenia y demás. Como también en los frutos como el limón, la naranja, la piña y así sucesivamente.
Bien, después de haber dado una breve explicación de la palabra esencia en cuanto a las cosas naturales, es el momento de entrar al tema. Debido a que en el ámbito espiritual, la palabra esencia se deriva en la pureza y en la santidad, si bien es cierto que conforme a su naturaleza:
“Y crió Dios al hombre a su imagen” Génesis 1:27.
“Y alentó en su nariz soplo de vida, y fue el hombre en alma viviente.” Génesis 2:7.
Entonces el hombre como tal permaneció en el huerto del Edén.
“Y mando Jehová Dios al hombre diciendo: De todo árbol del huerto comerás; más del árbol dela ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.”
Génesis 2:16-17
El hombre permaneció en ese estado de pureza y santidad hasta que:
“Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto al aire del día; y escondiose el hombre y su mujer de la presencia de Jehová Dios entre los arboles del huerto. Y llamo Jehová Dios al hombre, y dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y díjole: ¿Quién te enseñó que estabas denudo? ¿Has comido del árbol que yo te mande no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dió del árbol, y yo comí.”
Génesis 3:8-12
La mujer que había salido de la costilla del hombre le dio a comer del árbol prohibido.
“Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como un de Nos sabiendo el bien y el mal: ahora, pues, porque no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.”
Génesis 3:22-23
El hombre perdió su santidad desde ese momento en que desobedeció a Dios.
“Y acaeció que, cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse mujeres, escogiendo entre todas. Y vio Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos rea de continuo solamente el mal.”
Génesis 6:1-2, 5
El hombre no solamente había perdido la santidad, sino también vemos como en su estado de pureza se había contaminado.
“Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa ilesa, sino herida, hinchazón y podrida llaga”
Isaías 1:6
Estando en esa condición el hombre, por sí solo no puede sanar, es necesario que se acerque a Dios, es el único que lo puede ayudar, como dice su palabra.
“Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es el quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias;”
Salmos 103:2-4
De tal manera que, si vives agobiado por alguna enfermedad o simplemente por el pecado, no dudes en acercarte a Dios.
La Restauración del hombre
Dios en su infinita misericordia viendo que el hombre por sí solo no podía limpiarse del pecado, mando a su Hijo Jesucristo en sacrificio por todos.
“Porque de tal manera amo Dios al mundo, que á dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él creé, no se pierda, más tenga vida eterna.”
Juan 3:16
Dios te está dando la oportunidad de que te acerques, observa la misericordia de Dios.
“Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan: Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.”
Hechos 17:30-31
Dios te da la oportunidad de que cambies tu forma de vivir, deja que Él transforme tu vida:
“Inclinad vuestros oídos, y venid a mí, oíd, y vivirá vuestra alma, y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de el misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” Isaías 55:3,7.
“Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo juicio y justicia, hará vivir su alma.” Ezequiel 18:27.
“Venid luego, dirá Jehová, y estamos á cuenta: si vuestros pecados fueran como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18.
“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.” Romanos 4:7.
Dios quiere ver en ti un verdadero arrepentimiento.
“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia: Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones;”
Salmos 51:1-3
Luego que el hombre reconoce sus faltas, dice la escritura:
“Más Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, cristo murió por nosotros.” Romanos 8:5.
“Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, por gracia sois salvos.” Efesios 2:5.
“Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, más conforme al espíritu. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Cristo Jesús de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.” Romanos 8:1, 11, 14, 16.
Conclusión
Como se muestra en los Hijos de Dios la esencia de obediencia a la palabra de verdad.
“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor;” Filipenses 2:12.
“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados; Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos a los otros en amor; Solícitos a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, á un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo.” Efesios 4:1-3,13.
¿Cómo habían entendido los Hijos de Dios en lo que habían creído?
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en las oraciones. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, Alabando a Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
Hechos 2:42, 46-47
Los Hijos de Dios tienen fe en el Señor Jesucristo, ellos creen que mediante la gracia de Dios nuestro Padre y de su Hijo Jesucristo podemos hacer frutos dignos de arrepentimiento.
“Medita estas cosas; ocúpate en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto á todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, a ti mismo salvarás y a los que te oyen.” 1 Timoteo 4:15-16.
“Estando confiado en esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Filipenses 1:6.
“Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.” Tito 3:7.