¿Qué dice la Biblia sobre la Integridad?
Una persona integra es aquella que siempre hace lo correcto, haciendo todo aquello que se considera bueno si afectar los intereses de otros. La palabra Integridad proviene del latín integritas-atis (totalidad o robustez), la cual se deriva de integer (intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal) componiéndose en in (no) y tangere (tocado y pureza).
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.
Filipenses 4:8
El anterior pasaje bíblico nos habla sobre la integridad como hijos de Dios, es decir, ser verdaderos, ser justos y honrados, puros y amables.
“Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios”.
2 Corintios 4:2
El apóstol Pablo nos expresa que si queremos ser íntegros, debemos mantenernos alejados de cualquier cosa mala como la idolatría y el pecado. De acuerdo con la definición que vimos de integridad, debemos mantenernos puros y nuestras vestiduras siempre blancas como lo recomienda también el rey Salomón:
“En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza”.
Eclesiastés 9:8
Si nos mantenemos íntegros, podemos gozar del premio que nos dará nuestro Señor Jesucristo en su venida.
“Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas”.
Apocalipsis 3:4