Dios creador del universo
La creación es una de las grandes pruebas de la existencia de Dios, la demostración de una de sus virtudes como un Ser todopoderoso, la tenemos en las frases que encontramos en el libro de Génesis: sea o hágase tal cosa y al momento así fue. Las expresiones “crió”, “produzca”, “sean”, “hizo”, “descúbrase”, “hagamos”, tuvieron efectos inmediatos trayendo a la realidad todo lo que podemos ver y nos rodea, es en este orden que, por fe comprendemos que nuestro Dios formó el universo mediante su palabra, sabemos que lo que ahora vemos fue hecho de lo que no podía verse.
Todo lo hizo Dios con su poder, recuerdo una frase que muy a menudo mi padre, el Min. Rubén Lira solía decir: “El hombre no puede hacer algo de la nada, su capacidad se limita a solo transformar lo que ha hecho nuestro Dios”. En cuanto a su validez exhibe teorías declarando, entre otras, que el hombre vino a la existencia como producto de la evolución de seres vivos o una gran explosión astronómica dando origen a la materia en espacio y tiempo, esto en miles y millones de años, la fe nos hace abrigar la forma de creer que Dios “dijo” y todo vino a la efectividad actual, de manera perfecta, sin necesidad de evolucionar.
Así como lo refiere el apóstol Pablo en su carta a Romanos, que lo que de Dios se conoce, nos es manifiesto, por Él mismo. Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles por medio de lo que Él ha creado. La perfección de la creación es la muestra que declara que hay un Dios con poder e invisible, esta es la primera revelación de su deidad, con claridad también David lo describe en:
“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste”.
Salmo 8:3
Si, estimado lector, las cosas invisibles de Dios, se pueden llegar a conocer, si observamos y reflexionamos en todo lo que Él a hecho, por insignificante que sea, ahí está representada su obra y su magnificencia, y esto lo constatamos desde el principio en el orden que puso a todas las cosas. Todo esta bajo su control, las aguas tienen mandato, el sol y la luna ordenanza y al mismo hombre le ha dado leyes para vivir en armonía. Meditemos en el razonamiento del rey David que nos hace en otro de sus salmos:
“Los cielos cuentan la gloria de Dios y la expansión, denuncia la obra de sus manos”
Salmos 19:1
Como la inmensidad de los cielos es su gloria, las lucientes estrellas, la majestuosidad del sol y la luna que actúan en concordia, declaran su perfección. Del Señor es este mundo, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive, porque el Señor, puso las bases a la tierra, Él la creo en el principio, y la afirmo sobre los mares y los ríos. Él se sienta sobre el globo de la tierra, Él extiende los cielos como una cortina, mide las aguas con el hueco de su mano, los cielos con su palmo, con tres dedos junta el polvo de la tierra y los ejércitos del cielo le adoran, suya es la plata y suyo es el oro, ese es Dios, el todopoderoso y el creador de todas las cosas.
Quizá no le sea necesario profundizar tanto en el estudio de la Biblia para darse cuenta qué, Dios es el origen y procedencia de todo el universo, de todo lo que existe en él, y que Dios cómo creador lo sustenta hasta hoy. Como se ha dado cuenta la propia biblia nos remite a observar los cielos, los mares, las montañas, es decir, toda la naturaleza para conocer del grande poder de Dios. Ahora bien, con lo analizado hasta aquí y en lo poco o mucho que usted conozca de la Biblia, ¿Cree que esto es así?, ¿Puede dar crédito a lo antes expuesto? de ser así, ¡considero que mucho! porque al leer y estudiar la palabra de nuestro Dios, por fe se entiende que Dios formo al mundo por su palabra.
Por lo tanto, si no se conoce nada de la palabra de Dios y de lo que antes se ha expuesto, vale la pena reflexionar en el siguiente cuestionamiento. ¿Podría usted explicar cómo se formó todo, cuál fue su origen y el porqué de su perfección? A pesar, de que el hombre es observador y estudioso de la naturaleza apoyándose en el avance tecnológico y que va más allá de lo que percibe a simple vista, desde los microorganismos hasta la inmensidad del universo, no podrá encontrar la respuesta.
Ni los mismos científicos aun encuentran las respuestas a la infinidad de preguntas que la humanidad se ha planteado a lo largo de su existencia sobre esta tierra y todo lo que en ella existe, por más que se afane y se empeñe en reconstruir el pasado buscando su origen no podrá, luego entonces, únicamente dice lo que deduce y se imagina dejando todo en la teoría. Cierto es que ha logrado descubrir y hacer muchas cosas de beneficio para el mismo hombre, pero todo de lo que ya ha sido creado.
Observe la reflexión de Dios a Job: ¿Dónde estabas cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Sobre qué están fundadas sus basas? ¿O quién puso su piedra angular? Difícil respuesta, pues Job no estuvo ahí, aún no había nacido. Por mucha inteligencia y ciencia del hombre, no le alcanzará para comprender estos razonamientos por sí solo. ¿Qué nos hace pensar en un Creador? La perfección en lo creado. Basta con observar la composición del ser humano en su cuerpo, cada órgano desempeñando su función para complementarse, nada le sobra nada le falta.
Que diremos de la exactitud con la que interactúan el sol y la luna para definir las estaciones y los tiempos, la producción de la tierra de todo aquello que es necesario e indicado para el sustento, los minerales extraídos de la tierra para la elaboración de materiales y herramientas de ayuda y sobrevivencia, así podemos enumerar otras tantas, con ello simplemente llegaríamos a la conclusión de la existencia de un diseño y una constitución perfecta e interacción de todo lo creado.
La creación oculta
Observar lo cielos y aún más allá refiriéndome al universo, podemos encontrar evidencia de que hay obra de Dios que a simple vista no detectamos. Por medio de los grandes observatorios y satélites se estudia el universo y se observa a la tierra, y tan sencillo se puede identificar la posibilidad del clima, es decir, si va a llover, la presencia de huracanes o si habrá un día caluroso, y más. Todo como parte de la acción propia de la naturaleza. Pero ¿qué hay de los microrganismos que existen en diferentes condiciones que al ser observados con aparatos especiales y ver su movimiento, percibimos que tienen vida?
- ¿Porque se hierve el agua? o ¿Porque se lava muy bien lo que se come?
- Porque tienen bacterias y estas pueden enfermarnos y hasta llevarnos a la muerte. Pues esos microrganismos (seres vivos), que no vemos existen y se adaptan a cualquier situación o lugar para vivir.
- La ballena azul llega a medir 33 metros y pesa 200 toneladas y es portadora del virus más pequeño que existe.
- La entamoeba en frutas y verduras.
- La salmonella en pescados, mariscos, carne, huevo.
- Shigella en productos lácteos y pollo.
Todo está en movimiento y si está en movimiento tiene vida y hay una razón de ser. Todo lo que nos rodea por grande que esto sea o por muy pequeño e insignificante a nuestros sentidos, es creación de Dios.
Reflexiones bíblicas
Dios hizo los cielos y la tierra:
“En el principio crió Dios los cielos y la tierra.” Génesis 1:1.
“Os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y la mar, y todo lo que está en ellos.” Hechos 14:15.
“Tú, oh Jehová, eres solo; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, y toda su milicia, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.” Nehemías 9:6.
Por Dios somos:
“Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos.” Hechos 17:28.
“En su mano esta el alma de todo viviente.” Job 12:10.
Su obra es perfecta:
“El es la roca cuya obra es perfecta.”
Deuteronomio 32:4
Nadie iguala sus obras:
“Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, Ni obras que igualen tus obras.”
Salmo 86:8
Conclusión
Dios es la explicación de toda realidad que percibimos, la fuente de todo lo que existe. La creación de Dios es tan inmensa que, en algunos casos, escapa a nuestro entendimiento, es majestuosa y sublime. En lo propio, reconozco que soy hechura de Dios y formo parte de toda su obra y tengo una razón de ser, a saber, el privilegio de señorear sobre lo creado. Pero, ¿como explicar esto si no conocemos su palabra, es decir la Biblia y mucho menos el poder de Dios que en ella se nos revela? Cuando buscamos el conocimiento y descubrimos ese poder en su palabra, no nos queda más que expresar lo que dijo Moisés en su canto: “Grandes y maravillosas son tus obras señor Dios todo poderoso.”