Santifícalos en tu palabra

Santifícalos en tu palabra

La palabra Canon bajo el punto de vista etimológico significa caña o vara de medir, regla o plomada usada en la construcción, y muy probablemente también pueda provenir de una raíz semítica pronunciada en el libro de Ezequiel 42:16 y 17 “caña de medir”, luego el termino se usó como sinónimo de norma, regla como ya lo mencionaba el apóstol Pablo.

Por eso todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos.

Gálatas 6:16


Ya en el siglo XI de nuestra era, se le entendía como la regla de la Fe Cristiana y después en el siglo XV se designó la lista de los libros inspirados por Dios y aceptados como tales por la Iglesia, en los que se contiene la regla de Fe.

Las Sagradas Escrituras, comúnmente conocidas como Santa Biblia, por ser palabra divina, contiene la verdad en orden a nuestra salvación; una verdad que no solo notifica, sino que realiza nuestra Salvación y que para realizar todo esto tenemos que fijarnos sobre todo en el auto testimonio que nos ofrece la misma Escritura.

Por eso el significado de la verdad no es necesario buscarlo en la línea filosófica, sino en el contexto de la relación revelación-salvación, esto es, en consecuencia, con todo el sentido que tiene en la Biblia los siguientes términos:

Firmeza,
Fidelidad,
Seguridad,
Revelación y
Salvación.



Por eso decía el apóstol Pablo a la Iglesia de Corinto, en su segunda carta en el capítulo 10 versículos 13 en adelante, nosotros no nos gloriamos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida, la usamos para llegar hasta vosotros.

Tampoco nos hemos extralimitado, como si no llegásemos hasta vosotros, pues fuimos los primeros en llegar hasta vosotros con el evangelio de Cristo. No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos conforme a nuestra regla.

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

1 Timoteo 2:3 y 4


Pero, ¿cuál verdad? La palabra de Dios que es la verdad, como el mismo maestro Jesús lo mencionó.

Santifícalos en tu verdad, tu palabra es la verdad.

Juan 17:17


Dios es la verdad, por eso no puede engañarse Él, ni engañarnos a nosotros. Es así su palabra inspirada, que conduce a los hombres hacia la vida eterna y no puede tener ningún error.

Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

2 Pedro 1:20-21



Por eso necesitamos aprender que la Biblia no tiene errores, que los errores vienen de una equivoca traducción o interpretación humana. Al leer la Biblia debemos entender que la verdad reside en su totalidad, y no en textos aislados. La revelación plena aparece en el conjunto de la Escritura. En su diversidad de enfoques y visiones.

Ningún texto pretende ser la única forma de ver las cosas. Hay que confrontarlos, hay que ver su diversidad y saber enriquecernos de ella. A este principio de totalidad de la escritura también se le denomina “Analogía de la Escritura”, que buena aplicación tiene aquí las palabras de apóstol Pedro.

Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios, si alguna ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado.

1 Pedro 1:10 y 11


Con esto entendemos que la palabra de Dios también es una vara para medir toda doctrina y todo lo mencionado por el hombre.

¡A la ley y al testimonio!, quien no dijere conforme a esto, es porque no le ha amanecido.

Isaías 8:20


Y por medio de esta palabra también tenemos esperanza.

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras tengamos esperanza.

Romanos 15:4


Es impresionante la riqueza de matices que tiene la palabra de Dios. Es también como un martillo que quebranta la piedra (Jeremías 23:29). Nos enseña, nos instruye y nos corrige (2 Timoteo 3:16).

Conclusión

La palabra de nuestro Dios comúnmente conocida como Biblia contiene una impresionante riqueza de matices, y actúa libre y poderosamente en nosotros, siendo:

Creadora, viva, vivificante, eficaz, operante, justiciera, penetrante, fecunda, perenne, gloriosa, iluminadora, consoladora, permanente, comunicadora del espíritu y verdad, liberadora, manantial de vida eterna, santificadora, fuente de sabiduría divina, purificadora, mensajera de paz, garantía de salvación, espada del espíritu, escudriñadora, portadora de fuerza y poder, generadora de vida eterna, demostración del Espíritu Santo, revelación de Dios y más.



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