Un descanso ineludible
La vida es un estado efímero, fugaz y breve, nadie tiene conocimiento sobre el tiempo exacto que estaremos aquí, o el tiempo que estará nuestro prójimo en vida, pero los Hijos de Dios tenemos la esperanza de un existir mejor. “Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas” (Apocalipsis 21:4).