El Dios de toda gracia nos perfecciona
Dios nos da vigor, nos da poder para vencer el temor, el fortalece nuestra vida como parte del perfeccionamiento, pero tenemos que dejarnos afirmar, perfeccionar y fortalecer.
Dios nos da vigor, nos da poder para vencer el temor, el fortalece nuestra vida como parte del perfeccionamiento, pero tenemos que dejarnos afirmar, perfeccionar y fortalecer.
Aprendamos a vivir bajo el abrigo de la esperanza verdadera que promete nuestro Dios, manteniéndonos firmes, sin fluctuar, acercándonos de corazón sincero, en buena certidumbre de fe, considerándose los unos a los otros al amor y a las buenas obras, que fiel es quien lo prometió.
En el tiempo de nuestro Señor Jesucristo cada milagro que él hacía , sanar paralíticos, curar ciegos y restaurar al conjo, siempre lo perseguían, pero el jamas el propósito que él tenía, cuando el Apostol Pablo persiguió a la iglesia, los ponía en la cárcel o los mataba, aunque sabemos que el se convierte él también pasa por lo mismo de ser perseguido, y en nuestros días tendremos que sufrir la misma situación por eso hay que fortalecer nuestro espíritu en la palabra de Dios para cuando vengan los tiempos peligrosos y las pruebas se acerquen nuestra fe no decaiga.
La importancia en estos tiempos difíciles de acercarnos a nuestro Dios, y no dejarlo, sabemos de antemano que él nos cuida y nos protege, sin embargo no debemos de apartarnos una vez que ya le hemos buscado. Seamos diligentes en seguir buscando a nuestro Dios y hacer su voluntad.
Y Juan veía a la bestia y los reyes de la tierra y sus ejércitos congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo. Y la bestia fue presa y con ella el falso profeta que había engañado a los que tomaron la señal de la bestia en sus frentes y fueron lanzados al lago de fuego y los reyes fueron muertos con la espada que salía de la boca del “VERBO DE DIOS” quien montaba el caballo.
Reconocer que solamente en Dios hay poder para salir triunfantes en cualquier tribulación y la necesidad de ser espirituales para ser escuchados por Dios.
Servir a Dios es una labor que incluye varios aspectos de nuestra vida, servir es actuar, trabajar y luchar, pero con el amor con el que fuimos llamados, con gusto. En el trabajo está bien comprobado que cuando nos gusta y apasiona nuestro trabajo, la haremos mejor, así pasa en los trabajos para Dios, tiene que haber primeramente un amor por Dios, por su obra y por lo que hacemos, de esta manera nuestra labor será fructífera y la haremos con excelencia.
En todos los proyectos constructivos, hay una planeación que debemos seguir para que se lleve a cabo dicha obra o construcción de la mejor manera, es así que nosotros como iglesia también es necesario que en nuestra construcción espiritual también edifiquemos con una planeación y sobre todo sobre los fundamentos que ya han sido colocados, es a saber los apóstoles siendo la piedra principal nuestro Señor Jesucristo.
Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados. Estas palabras infalibles del Señor a través del Apostol Pablo se cumplen cuando nuestra prioridad es Dios (le amamos), entonces, donde quiera que estemos, y en los que hagamos, hallaremos prosperidad de la mano de Dios.